Las principales marcas de muebles y camas confían en HALCO para sus soluciones de fijación. 

El ser humano promedio duerme 8 horas al día y pasa un tercio de su vida en la cama, por lo que tiene sentido utilizar solo los mejores materiales para fabricar camas y muebles de dormitorio. Productos como las cintas de velcro para coser de HALCO suelen ser una parte integral de los productos terminados. Estas cintas proporcionan el cierre perfecto cuando se cosen sobre la tela y se pueden utilizar en lugar de botones, broches y cremalleras.

La historia de la cama comenzó hace miles de años y continúa desarrollándose hoy en día.  Al principio no existía la cama. En el año 10.000 a.C., los hombres y mujeres primitivos se tumbaban en el suelo frío y duro, con poco más que hojas, paja o posiblemente una piel de animal como “colchón” rudimentario. A veces, si el suelo era especialmente blando, se cavaban hoyos que se llenaban de hierba y musgo. El durmiente podría entonces acurrucarse en el interior y disfrutar de cierta protección contra los elementos.

De hecho, no fue hasta unos miles de años más tarde que se descubrió el primer ejemplo de lo que se consideraría una configuración de cama estándar (somier, colchón y manta). En 1850, una gran tormenta azotó las Orcadas en Escocia, Reino Unido, y desenterró una aldea neolítica de ocho viviendas llamada Skara Brae, habitada en algún momento entre el 3200 a.C. y el 2200 a.C. En cada vivienda había una gran cama de losa de piedra, que luego habría sido cubierta con suaves helechos y pieles de animales.
Desde la colocación sobre el suelo frío y duro hasta los colchones innovadores que ayudan a regular la temperatura mientras se duerme, las camas han evolucionado mucho. Hoy en día, HALCO sigue introduciendo productos especializados en el mercado, como los sistemas de ganchos de plástico y los bucles de terciopelo, a medida que la cama continúa desarrollándose.